Efe BARCELONA
El Barcelona llegará «tocado» al duelo histórico que le enfrentará mañana al Real Madrid en el partido de ida de semifinales de la Liga de Campeones, tras haber caído el sábado en campo del Celta de Vigo (2-1) y perder probablemente a dos jugadores fundamentales como Vitor Borba «Rivaldo» y Carles Puyol.

La derrota ante el Celta era lo peor que le podía suceder al Barcelona para afrontar el tramo final de la Liga española, ya que el equipo gallego le ha igualado a puntos en la tabla y le ha arrebatado por mejor diferencia de goles la cuarta plaza, la última que da acceso a la disputa la próxima temporada de la Liga de Campeones.

El equipo céltico dependerá ahora de sí mismo para conservar esa plaza en los tres partidos de Liga que restan y, si el Betis vence a su vez hoy en casa a la Real Sociedad, se situará a sólo un punto de gallegos y catalanes y entrará pues en una cerrada lucha por ese preciado cuarto puesto.

El Barcelona, que en caso de victoria en Vigo prácticamente se habría asegurado esa cuarta plaza y podría haberse concentrado casi exclusivamente en la eliminatoria europea contra el Real Madrid, se jugará ahora la vida en cada uno de los tres partidos del campeonato español que restan.

El equipo catalán tendrá que superar en al menos un punto los resultados que haga el Celta y podría verse obligado a lo que quería evitar: jugarse su presencia la próxima edición de la Liga de Campeones en una última jornada en la que jugará fuera de casa y ante un Zaragoza que podría estar luchando por evitar el descenso.

El entrenador del Barcelona, Carles Rexach, confirmó los temores que acumula la hinchada azulgrana y se mostró pesimista sobre la participación del brasileño Rivaldo en el partido. «Veo muy difícil que Rivaldo pueda jugar. Vamos a esperar qué dicen las pruebas a las que se someterá hoy, pero no soy nada optimista al respecto», reconoció Rexach.