Efe
El argentino Santiago Hernán Solari, con un preciso zurdazo a siete minutos del final, permitió al Real Madrid salvar los puntos ante el Oporto (1-0) y dejar casi sentenciado su pase a los cuartos de final de la Liga de Campeones, aunque para ello tuvo que sufrir mucho y perder por lesiones al portugués Luis Figo y José María Gutiérrez «Guti». Solari, el denominado jugador número 12 de la plantilla madridista, encontró de nuevo el premio a ese trabajo tan poco reconocido de los habitualmente suplentes y salvó a su equipo en uno de sus peores partidos en la presente edición continental.
Solari acutó en el momento justo, cuando el encuentro enfocaba el final y el Oporto buscaba su primera victoria de su historia en el feudo madridista. El conjunto de Jose Mourinho planteó más batalla que el que pasó por el estadio Santiago Bernabéu en las dos anteriores ocasiones. Mordió en la medular, donde tejió una muralla de contención en la que se perdieron los hombres de Vicente del Bosque. Iván Helguera estuvo tan voluntarioso como impreciso en muchas ocasiones, Claude Makelele se fajó en el robo y a Zinedine Zidane le faltó chispa, porque a Luis Figo se le vio poco "dieciséis minutos" y se pasó ese tiempo tocado por una lesión en su tobillo derecho nada más iniciarse el partido. No pudo aguantar y tuvo que irse a los vestuarios.
El partido transcurrió por impulsos pero con poca claridad. Después de 83 minutos de espesura, de problemas, de zozobra... Solari, que llevaba apenas seis minutos sobre el césped, se hizo con un balón, encaró al paraguayo Carlos Paredes, le sorteó hacia su izquierda y enganchó un potente disparo raso que superó a Vitor Baía. Fue la acción que valió por el partido y por los puntos. El Oporto había merecido más, había trabajado muy bien ante el Madrid, pero finalmente los blancos, ejercieron de equipo grande y se hicieron con el triunfo final.
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