El campo municipal de Sant Antoni ya cuenta con su césped artificial y se trabaja en la señalización del terreno. Foto: MARGA FERRER

Susana M. Campoy/Redacción Los equipos de fútbol de Formentera y Sant Antoni ya pueden disfrutar de un terreno de juego trocado en verde, es decir, de césped artificial ya que las obras en ambos campos de fútbol han finalizado en los últimos días, a falta de algún detalle mínimo.

La moda de contar con terreno de juego de hierba, aunque sea artificial, se ha extendido por toda la isla. El primer terreno de juego en adquirir esta condición fue el campo de fútbol de Santa Eulària, posteriormente el campo de fútbol de Can Cantó, y ahora se unen las canchas santantoniense y formenterense. La posibilidad de que Eivissa acoja concentraciones de equipos procedentes de la península y del centro de Europa está más cerca gracias a estas actuaciones municipales, cuyo coste está en función de la calidad del césped artificial que se haya instalado. Hay que tener en cuenta que esa calidad determina la caducidad de la instalación.

La oferta turística de Eivissa como alternativa para la práctica de deporte en invierno, que ya empieza a ser atractiva para otras disciplinas como el ciclismo, puede desarrollarse en este sentido tal y como apuntaba el martes pasado el alcalde de Eivissa, Xico Tarrés, y como en otras ocasiones ha comentado el conseller de Turisme, Josep Marí Ribas.

El césped artificial ha entrado a debate también en las altas instancias de la FIFA desde donde recientemente se ha aclarado que no existe ninguna prohibición a la disputa de encuentros oficiales en campos de césped artificial.