La eliminación del Barcelona, a manos del modesto Figueres, de Segunda B, ha sido la última gran sorpresa de la Copa del Rey, el torneo del KO que ha dejado fuera de competición en la primera eliminatoria a nada menos que ocho equipos de la Primera División del fútbol español.

Espanyol, Zaragoza, Real Sociedad, Sevilla, Betis, Valencia, Tenerife y, ayer, el Barcelona son los ocho equipos de Primera apeados a las primeras de cambio. En el resto de partidos aplazados a ayer, el líder de Primera, el Deportivo remontó ante el Luanco (1-4), en tanto que Osasuna y Alavés vencieron a Compostela y Gramenet con sendos 2-1.

Un gol de Kali Garrido en el primer minuto de la prórroga hundió a un Barcelona diezmado por las ausencias de muchos de sus titulares y que había sido incapaz de perforar en los primeros 90 minutos la meta de su rival. El esfuerzo angustioso de los azulgrana hasta el final del tiempo añadido no sirvió para nada y al final el Figueres, que ya eliminó al Barca en la Copa de Cataluña de 1994, logró el milagro.

En la localidad asturiana de Luanco, el Marino, líder invicto del grupo I de Segunda B, no pudo con el Deportivo, líder de la Primera División, que logró el pase a la segunda ronda con una contundente victoria (1-4). Otro equipo de la máxima categoría que superó la primera ronda fue el Alavés. Su técnico, José Manuel Esnal «Mané», quiso evitar la sorpresa ante el Compostela y llevó a Santiago a muchos de sus titulares. No fue un triunfo fácil, pero el Alavés terminó por imponerse al Compostela, por 1-2, cuando parecía que el encuentro iba a llegar a la prórroga. El equipo vitoriano abrió el marcador en el minuto 23 por medio del uruguayo Iván Alonso, empató Rodri para el conjunto gallego (m.33) y Turiel consiguió el tanto del triunfo visitante en el 93.

También tuvo que sufrir mucho Osasuna para doblegar a otro Segunda B, el Gramenet (1-2), gracias a un gol de Sabino a falta de un minuto para concluir el encuentro, cuando todo hacía presagiar que se iba a llegar a la prórroga.