El corredor cántabro de Mapei partía con muchas posibilidades,
ya que logró además el bronce en el 2000. Además, Freire tenía a
todo el equipo español trabajando para él, que realizó un brillante
trabajo en los últimos kilómetros para lanzar al sprint al español.
Por su parte, Jan Ullrich, que ya consiguió el oro en la prueba
contrarreloj, era el principal rival del español, pero finalmente
el corredor alemán no pudo hacerse con el triunfo final.
Pronto aumentaron los movimientos en la cabeza y se hizo una
selección formada por los mejores, entre los que se encontraba
Freire, aunque el pelotón seguía controlando una carrera en la que,
debido a la dureza del recorrido, se empezaban a producir los
primeros abandonos. Entre ellos, en la decimosexta vuelta, el del
actual campeón de mundo de ruta en carretera el letón Romans
Vainsteins.
Àngel Vicioso (Kelme) y Danielo Di Luca (CTA) asumieron
protagonismo y cogieron unos metros de ventaja, mientras que los
holandeses, belgas y franceses aumentaron el ritmo para poner fin
al intento de escapada. Otro hombre se unió al dúo de fugados, el
también italiano Paolo Bettini (Mapei). Ullrich intentó romper la
carrera y lanzó una primera tentativa a la que los españoles
reaccionaron perfectamente. Los hombres de Antequera copaban las
primeras posiciones a falta de dos vueltas, mientras se producían
ataques esporádicos como los de Rubiera (US Postal) y los belgas
Mario Aerts (Lot) o Nico Mattan (Cofidis).
En un final al sprint, en el que Erik Zabel (Telekom) se quedó
fuera de sitio, Óscar Freire (Mapei) conquistó su segundo título
mundial.
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