La Liga Femenina 2, LFB 2, es un proyecto de futuro pero con dos líneas de velocidad: por un lado están aquellos clubes que cuentan con estructura para asumir un ascenso a la máxima categoría y, por otro, los que realizarán un gran esfuerzo cuyo resultado desconocen. Los grandes éxitos cosechados por el baloncesto femenino los últimos años han llevado a la Federación Española de Baloncesto (FEB) a plantearse mejorar las bases para evitar saltos cualitativos entre la división de honor y las categorías a las que descender, o viceversa. En este 'status' deportivo inédito, ya que la Liga comenzó a echar sus primeros pasos el pasado mes de junio, el CB Puig d'en Valls ha decidido apostar y muy fuerte. Este equipo de Eivissa, con meteórica carrera en ascenso desde su creación y que cerró con polémica la temporada por la salida desafortunada de Vicenç Sanahuja, aspira a estar entre los mejores y ha incorporado un técnico reconocido: Tito Sobrín.

Los favoritos a estar arriba son aquellos clubes que cuentan con la estructura de club sólida y adecuada a esta categoría que quiere asemejarse en exigencia a la Liga Femenina 1. El Symel, el Segle XXI, Casablanca e Irlandesas son equipos a los que hay que tener muy en cuenta, sobre todo en la recta final de la competición. Sin duda alguna, el primer equipo tiene la mejor plantilla de la Liga y con ella, cada año, aspira a jugar por el ascenso a Liga Femenina. El Segle XXI es la selección española júnior y trabaja en el centro de tecnificación de Esplugues dependiente, al menos presupuestariamente, de la misma partida que el Centro de Alto Rendimiento de Sant Cugat. Este equipo dará guerra durante la competición, como afirma el técnico, para luego retirarse elegantemente en el caso de alcanzar el play off final que no disputará.

Los fichajes efectuados por el Stadium Casablanca, entre los que se encuentra Elena González, pivot con una calidad técnica conocida en Eivissa tras su paso por el PDV, han reforzado la plantilla de este equipo de Zaragoza hasta situarlo entre los favoritos de la competición cuyo objetivo es alcanzar el play off y el premio del ascenso. Además de González, figuran la escolta Inma Martínez y el ala pivot Merche García. Los equipos vascos también entran en las cuentas de final de temporada, aunque los principios son siempre inciertos y más en esta competición de nueva creación. Irlandesas de Leioa y Tabirako Baque son equipos con tradición y cuya afición colabora en crear un ambiente presionante en propia cancha.

En el lado inverso de la báscula están GEiEG, La Laguna y Viladecans. Este último no ha incorporado una jugadora extranjera por cuestión económica y tampoco ha podido remozar suficientemente el equipo para hacer frente a una categoría que no parece estar a su alcance. La plantilla de Gerona, sin embargo, cuenta con las incorporaciones de la alero Deborah Carretero, procedente del Contraste Cornellá que jugó el ascenso el año pasado; Judit Algueró, canterana gerundense procedente del Universidad Oviedo, y Cristina Noguer, del Segle XXI. La Laguna es el primer equipo de una cantera con tradición de baloncesto, sostenida por un club modesto pero que afronta con ganas esta aventura. El PDV, el Valencia Bàsquet y el TNT-CB Jovent encabezan esta línea baja en la competición, donde están llamados a ser los equipos visagra.