Efe. AUCKLAND
El británico Richard Burns (Subaru Impreza) logró su primer triunfo de la temporada del Mundial de Rallys, con su victoria en el de Nueva Zelanda que concluyó ayer con la disputa de ocho especiales, tras las que el español Carlos Sainz (Ford Focus) quedó en cuarta posición, después de sufrir dos pinchazos.

Burns, que defendió la primera plaza durante toda la jornada -pese a que tuvo un pinchazo en la vigésima tercera especial que le hizo entrar en décima posición-, registró un crono general de 3h47:28.0, por delante del escocés Colin McRae (Ford Focus), que acumuló 3h48:12.6. El piloto de Subaru, que no venció ninguna de las especiales de la tercera jornada, sumó los diez puntos que necesitaba para continuar aspirando al título mundial, pues con los 31 que alcanza elimina a Carlos Sainz de la tercera posición y queda en solitario tras el finlandés Tommi Makinen y Colin McRae, ambos con 40 puntos.

El que fuera campeón del mundo en 1995 resultó el más beneficiado por el triunfo del conductor de Subaru, puesto que su máximo rival en la carrera por el título, el todavía líder, Tommi Makinen, no logró puntuar en la décima prueba del Mundial. Por detrás de McRae llegó el Peugeot del finlandés Harri Rovanpera, a 50.1 del vencedor de la carrera. La mala suerte se cebó en el español Carlos Sainz, quien defendió la tercera plaza de una forma brillante -llegó incluso a ganar la decimoctava especial- pero sufrió un pinchazo y tuvo que finalizar sin poder cambiar antes de la vigésima, lo que le relegó a un sexto lugar parcial que, pese a todo, le mantuvo en la tercera plaza. Pero otro pinchazo más y un trompo le relegaron finalmente a la cuarta posición.