Marco Marcos, tras vivir la aventura de dejar atrás el ambiente pre
bélico que según él mismo describe existe en Estado Unidos, se
incorporó ayer como primer entrenador del Eivissa Patrimoni-Sa
Graduada de Primera División. El técnico, que tiene la titulación
superior que ya exige esta categoría, manifestó nada más pisar
tierras ibicencas su deseo de comenzar el trabajo cuanto antes. De
hecho lo primero con que cuestionó a la directiva, encabezada por
el presidente del club, José Luis de la Osa, es sobre el horario y
confirmación de pabellón donde entrenar ayer por la noche.
Así, a las 22.30 horas, en el Blancadona, la plantilla tuvo su
primer contacto con el que será nuevo técnico del equipo en la
temporada 2001/2002. Marcos, quien llevaba en el bolsillo el diseño
de su primer encuentro con el equipo, ya comenzó a intervenir en la
preparación de equipo en la distancia "vía internet" remitiendo al
segundo entrenador, José María Pérez, el 'planning' a seguir
durante esta primera semana. «Para mi la apuesta por estar en el Sa
Graduada es todo un reto; la oferta es buena porque tendré la
oportunidad de aplicar lo que he aprendido en España y en Estados
Unidos en estos años. Trataré de trabajar en este sentido, desde
luego», apuntó.
Marcos argumenta que su mentalidad es siempre ambiciosa, aunque
matiza que las cosas «hay que verlas desde la humildad, la modestia
y el respeto; primero hay que conocer al equipo y la categoría». En
este sentido, tendió una mano a los aficionados, directiva y medios
de comunicación reclamando ayuda para ponerse al día cuanto
antes.
Marcos ha permanecido en Estados Unidos hasta el martes pasado
tratando de buscar una salida del país norteamericano para él y su
mujer desde que el pasado martes, 11 de septiembre, un atentado en
Nueva York y en el Pentágono truncará su ansiado viaja a Madrid y
luego a Eivissa. Con las maletas intactas desde la fecha fatídica,
Marcos ha estado en contacto con su familia y club a través de la
red.
Tras una semana en la que, según describe llegó a sentirse un
«reo» de los acontecimientos históricos acaecidos, Marcos afirmó
ayer que desde que cogió el vuelo todo ha sido muy rápido, pero
desde que ocurrió el atentado hasta ese momento «todo transcurrió
en un tiempo que parecía eterno. Me sentía un reo porque tenía las
maletas hechas, las tengo aún sin deshacer;estaba sin salir de casa
esperando hasta que abrieron los aeropuertos y mi compañía me diese
la oportunidad de salir. Finalmente, para poder salir rápido me
tuve que trasladar a Baltimore para poder salir rápido, cuando
inicialmente era de Dulles». En cuanto a las medidas de seguridad,
en España no notó nada pero allí tuvo que presentarse cuatro horas
antes y pasar «cuatro controles, con cacheos, y luego en la puerta
de embarque dos cacheos más exhaustivos».
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