Guillermo Romaní El organizador de la Vuelta a nado a Formentera, Pere Galiana, hizo ayer un balance de lo que ha supuesto esta segunda edici de una iniciativa con fines benéficos a favor de los afectados por la fibrosis quística. Galiana, que en 2000 completó la vuelta en solitario tras cinco duras etapas, reconoció que «cuando terminé el año pasado, al día siguiente estaba tan fresco como una rosa y en cambio este año estoy exhausto». Galiana, que ha nadado cada día en alguno de los relevos, confesó que organizar una vuelta por equipos y con tanta gente implicada «ha sido un trabajo sumamente agotador».

Además, Pere Galiana avanzó que casi con toda seguridad Xavier Torres,campeón paralímpico, como David Meca, campeón del mundo en pruebas de aguas abiertas y largas distancias, participarán en la próxima edición. Torres ya realizó una exhibición el año pasado con motivo de la prueba benéfica y Meca porque se ha quedado encantado de las isla, los paisajes y la gente. El buen tiempo, a excepción del primer día en que durante un par de horas los participantes estuvieron nadando bajo una fuerte tormenta con aparato eléctrico, acompañó en todo momento a la organización.

Sin embargo, en esos momentos, Galiana pensó seriamente la suspensión de la etapa. «estudié la decisión de suspender la etapa y hacia embarcar a todos los nadadores, pero al ver que todos estaban nadando con gran ilusión, sin ganas de salir del agua y que en el barco de apoyo había un ambiente excelente, opté por apurar al máximo la decisión». Este tiempo obró a favor del normal curso de la prueba ya que poco a poco la tormenta desapareició y finalmente el último tramo de la etapa se disputó con un cielo despejado y con el sol brillando en lo alto. Un aspecto que preocupaba sobremanera a Pere Galiana era la posibilidad de que hubiera medusas, con las que se topó el añopasado, no las ve ni distingue las que pican de las que no pero afortunadamente no aparecieron en los tres días de la vuelta».

El organizador de la Vuelta a nado a Formentera dijo que «todos los participantes han asegurado que el año próximo nadaráncon nosotros e incluso hablan de traer a amigos para compartir la experiencia». Este hecho preocupa un tanto a Galiana, que ya está pensando en la tercera edición puesto que «corremos el peligro de que si se apunta mucha gente podemos vernos desbordados o ser incapaces de controlar un número elevado de participantes».