1 REAL MALLORCA: Leo Franco, Olaizola, Niño, Nadal, Miquel Soler, Campano, Engonga, Marcos, Ibagaza, Luque y Eto´o.
Cambios: Novo por Ibagaza, Vicente por Engonga y Paunovic por Luque.
0 ARSENAL: Seaman, Lauren, Cole, Keown, Campbell, Van Bronckhorst; Ljumberg, Vieira, Pires; Henry y Wiltord.
Cambios: Jeffres por Ljumberg, Parlour por Pires y Keanu por Wiltord.
Arbitro: Knud Erik Fisker (danés). Expulsó a Cole, del Arsenal, en el minuto 11 de la primera parte por derribar a Luque en la jugada del penalti. Amonestó a Olaizola, Vicente y Niño del Mallorca; a Pires y Henry del Arsenal.
Gol: 1-0, min. 12: Engonga, de penalti.
Incidencias: Unos 23.000 espectadores en el estadio Son Moix, prácticamente, el límite del aforo del campo. Se guardó un minuto de silencio por la cadena de atentados registrados ayer diferentes puntos de Estados Unidos, según ordenó la UEFA como «símbolo de respeto». Primer partido del Grupo C de la Liga de Campeones, integrado además por el Schalke 04 alemán y el Panathinaikos griego. Unos 800 seguidores del Arsenal presenciaron el encuentro custodiados por fuerzas de seguridad.

X Tomeu Tarrasa
El Real Mallorca selló con una victoria mínima, pero merecida, la noche histórica de su debut en la Liga de Campeones, al derrotar a un Arsenal plagado de estrellas que sucumbió ante un rival que le superó en todas las facetas del fútbol. Es indudable que la temprana expulsión de Cole trastocó los planes del equipo inglés, mermado en sus posibilidades ofensivas, circunstancia que favoreció los planes locales.

Ambos equipos iniciaron el partido con muchas precauciones, intentado asegurar el control del balón, sin arriesgar lo más mínimo y con una atención especial en el control del centro del campo. Pero muy pronto se pudo apreciar que ni la Liga de Campeones ni el rival le quedaban grande al Mallorca, ya que su juego empezó a funcionar como una máquina perfectamente sincronizada.

Ibagaza, hasta su lesión en el minuto 41, estuvo muy activo y logró contactar en multitud de ocasiones con Luque y Eto´o, mientras que en la zona central maniobraban Vieira y Pires con el objetivo de abrir espacios a sus compañeros de ofensiva, pero sin mucho éxito en sus acciones. Las ocasiones de gol empezaron a sucederse en la portería defendida por Seaman. Daba la impresión que el Arsenal estaba encogido ante la exhibición de su rival, y apenas inquietaba a Leo Franco qu fue un espectador más.

En el área «rojilla», la categoría y contundencia de Nadal bastaron para parar la alicaída ofensiva londinense; en el centro del campo, con Campano en el lugar de Novo por decisión del técnico mallorquinista Bernd Krauss, Engonga y Marcos, el Mallorca jugó a placer. Las estrellas del Arsenal, muy apagadas, asistían atónitas al festival local y sola a través de algunas acciones esporádicas de Henry, el conjunto inglés daba señales de vida. Aunque loable, su intento de sacar el balón controlado no inquietó al Mallorca, cada vez más segura con su ventaja en el marcador.