Luis Enrique intenta progresar ante la oposición de un defensa contrario.

0 Liechtenstein: Jehle, Telser, Ospelt, Zech, Michael Stocklasa, Gigon, Thomas Beck, Martin Stocklasa, Gerster, Matthias Beck y Ronny Buchel. Nigg por Thomas Beck, Burgmeier por Matthias Beck y Marco Buchel por Ronny Buchel. Iker Casillas, Puyol, Téllez, Hierro, Aranzábal, Joseba Etxeberria, Mendieta, Albelda, Luis Enrique, Raúl y Morientes. Nadal por Hierro, Tristán por Luis Enrique y José IGnacio por Raúl. Ivan Dobrinov (BUL). Amonestó a Luis Enrique. 0-1, Minuto 18, Raúl. 0-1. 0-2, Minuto 82, Nadal, 0-2.

Cambios:
2 España:
Cambios:
Àrbitro:
Goles:

Efe X VADUZ
España selló su clasificación para el Mundial 2002 con un discreto trámite en Vaduz, donde se impuso a Liechtenstein sin brillo y sin aspiración gracias a dos acciones a balón parado que botó Gaizka Mendieta y que culminaron Raúl González y Miguel Àngel Nadal. El encuentro dio poco de sí. Unos, los centroeuropeos, se dedicaron a defender, y otros, los españoles, a buscar la portería local, pero sin claridad como para superar la barrera que se encontró enfrente.

Lo mejor para España fue que no hubo lesiones de importancia y que la clasificación, virtual hasta ayer, quedó cerrada, por lo que disputará su décima fase final mundialista, la séptima consecutiva. Como estaba previsto, José Antonio Camacho alineó un once con muchas novedades respecto al sábado en Valencia frente a Austria, aunque los nombres eran lo de menos ante un rival tan débil, aunque no se le puede negar su lucha y trabajo en defensa.

Por lo tanto, Albelda cumplió su sueño de debutar, y lo hizo en el eje de la medular junto a su ex compañero en el Valencia Mendieta. Joseba Etxeberría, el día de su vigésimo cuarto cumpleaños, y Luis Enrique ocuparon las bandas. Atrás, Iker Casillas formó en la puerta y Puyol y Téllez formaron la zaga junto a Aranzábal y Fernando Hierro y Raúl en punta.

El encuentro siguió el guión prefijado, el mismo de la ida en Alicante. Los hombres que dirige el joven germano Ralf Loose dirigieron todos sus esfuerzos a defender en su feudo, aunque antes del descanso incluso se atrevieron a inquietar a Iker Casillas en una internada de Thomas Beck.