Jorge Muñoa (EFE) X ANKARA
Los tiros libres de los últimos segundos, a cargo de Alfonso (uno) Reyes y Pau Gasol (dos), sentenciaron el dificultoso pase de España a la fase de cuartos de final, donde el jueves jugará contra Rusia a partir de las nueve y cuarto de la noche "hora local, una hora menos en España" sobre la pista del Abdi Ipecki de Estambul. El vídeo y la pizarra de los hebreos funcionó a la perfección, pero también los de España, y eso restó brillantez al encuentro. Es más, la selección actuó por debajo de encuentros anteriores, posiblemente porque el derroche efectuado ante los turcos también debía pesar en las piernas de los internacionales, pero al final logró el objetivo marcado, que era lo importante.
La aclimatación al choque exigió sangre, sudor y lágrimas a los jugadores de Javier Imbroda, que en el primer corte sólo anotaron diez puntos y se marcharon al intervalo por debajo en el marcador (10-11), pero también los últimos segundos, complicados por una técnica sobre el mayor de los Reyes y las penetraciones de Puppy Torgeman. Una zona muy activa por parte de Israel, que pretendía proteger a sus hombres interiores, atlética y técnicamente inferiores a los pívot nacionales, fue una de las razones del esfuerzo que el combinado español precisó para entrar en funcionamiento.
Sin embargo, las cosas no les fueron mejor a los hebreos, cuyos tres principales referentes en ataque -Derrick Sharp, Puppy Torgeman y Noav Saffarcaían presas de la retaguardia española y limitaron tremendamente la producción atacante del cuadro azul hasta después del descanso, cuando consiguieron entrar en acción. En tales circunstancias, el factor que podía marcar la diferencia surgía de la calidad y, en ese terreno, España marcha por encima. Por eso, la descongestión del perímetro supuso el distanciamiento inmediato del equipo nacional 34-23 (m.18), que durante el segundo cuarto mantuvo a Pau Gasol en el retiro del banco.
Como siempre ocurre en el baloncesto, el sacrificio maquilla las carencias, así que los israelíes, que ya sentían la amenaza de la eliminación muy próxima, empezaron a vaciarse los pulmones para quebrar la velocidad de crucero marcada por el cinco de Javier Imbroda. A España le iba a tocar sufrir, y de lo lindo. A poco menos de tres minutos para el final del tercer cuarto Israel había regresado del infierno y todo volvía al punto de partida tras un triple de Torgeman (45-48).
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