El Deportivo se impuso con justicia al Real Madrid (2-1) tras remontar con brillantez un resultado adverso en el segundo tiempo y se adjudicó el LVI Trofeo Teresa Herrera. De esta forma, el conjunto coruñés se corona como el equipo con mejor palmarés del torneo decano del fútbol veraniego (9 títulos), por delante del Real Madrid (8 títulos). Los cinco títulos logrados en las siete últimas ediciones del Teresa Herrera corroboran la progresión futbolística de los deportivistas en los últimos años. El partido tuvo todos los ingredientes de un duelo en la cumbre entre dos aspirantes al título de Liga.

El primer tiempo fue trepidante y con muchas ocasiones. El Deportivo explotó el factor campo y llevó el mando del juego. La gran actuación del joven Duscher, escoltado por Emerson, y de la línea defensiva deportivista fueron un quebradero de cabeza para los merengues. Así, Zidane, titular tras superar unas molestias en el glúteo, se vio obligado a cambiar de posición: comenzó pegado a la banda izquierda y pasó a jugar como mediapunta. A pesar de la aceptable actuación del «crack» madridista, esta variación táctica no cambió el guión y el Deportivo siguió mucho mejor situado sobre el césped de Riazor.

Antes del descanso, el Real Madrid sólo generó algo de peligro en cuatro disparos lejanos de Figo, Flavio, Raúl y Zidane, que fueron atajados por Molina o salieron alto. Por su parte, los hombres de Javier Irureta hicieron mucho daño por las bandas. Valerón, que catalizó gran parte de la ofensiva blanquiazul, y Makaay no supieron aprovechar dos inmejorables ocasiones ante un César descolocado. La polémica tampoco faltó con un posible doble penalti en sendos empujones en el área del Real Madrid, acciones muy protestadas por el público local.

La discreción del juego madridista se vio engrandecida con un gol nada más iniciarse el segundo tiempo: Morientes, en posición correcta, desbordó a la defensa local y asistió a Figo, que marcó a puerta vacía en el segundo palo. Lejos de venirse abajo, el Deportivo pisó el acelerador y, cinco minutos después, Makaay cabeceó a la red un centro medido de Víctor desde la banda derecha. Tras una fase del mejor Zidane, muy vertical y con ganas de desequilibrar en ese período, los blanquiazules dieron el tirón definitivo y comenzaron a cimentar la remontada.

Diego Tristán, incorporado al partido, avisó de sus intenciones con una doble ocasión en el área pequeña y, en el minuto 74, no perdonó al machacar a la red un pase de Víctor. La remontada se convirtió en un hecho y el Deportivo se replegó con suficiencia ante la incapacidad y falta de profundidad del Real Madrid. Salvo un tiro de Figo en el último minuto, los de Irureta conservaron la ventaja sin problemas.