JOSE ANTONIO DIEGO (EFE)
Niurka Montalvo, campeona mundial de longitud en Sevilla 99, no se bajó del podio dos años después en Edmonton aun cuando hubo de conformarse ahora con la medalla de bronce, por detrás de su eterna rival, la italiana Fiona May, y de la rusa Tatyana Kotova. May y Kotova fueron las únicas que superaron los siete metros (7'02 y 7'01), mientras que Montalvo estuvo esta vez lejos de la marca que en Sevilla le dio el título mundial (7'06, actual récord de España). Las diferencias entre Niurka Montalvo y Fiona May arrancan de los Mundiales de Gotemburgo, donde se impuso la italiana (antes británica) con un salto de 6'98 frente a los 6'86 de la española, entonces todavía cubana.

El desenlace de los Mundiales de Sevilla, con el último salto de Montalvo al borde del nulo, terminó de romper las relaciones entre ambas atletas, que no se hablan desde hace meses. Niurka terminó la competición con una mezcla de satisfacción por la medalla lograda y de rabia por no haber obtenido el triunfo. «Siento un poco de rabia conmigo mismo sobre todo por haber desperdiciado una buena oportunidad de saltar más de siete metros», afirmó. «Estaba casi convencida de que en el último intento cogía los siete metros. Sabía que lo podía hacer, aunque luego no me diera la victoria, porque tenían que saltar casi todas las demás», apuntó Montalvo, quien explicó que no pudo porque «el viento cambió de ritmo y me descompuso la carrera».

Niurka Montalvo afirmó que en el nulo que hizo había superado los siete metros y que en su mejor salto, de no haberse quedado el codo derecho detrás, hubiera llegado a dicha distancia. «Mi entrenador (Rafael Blanquer, estaba en la grada) me ha dicho que me lo va a cortar», dijo entre sonrisas. «Después del oro de Sevilla no estoy para nada decepcionada, aunque no siempre va a los Campeonatos del Mundo a ganar, pero aquí ya había cuatro saltadoras que habían ganado, en pista cubierta o al aire libre, y a alguna le tocaba quedarse sin medalla. Afortunadamente, yo no he sido una de ellas», manifestó. Montalvo admitió que «merece ganar el oro la saltadora que haya estado mejor en la competición. Fiona ha sido la mejor y Kotova no, aunque ha sido la mejor durante todo el año».

Respecto a la italiana, a la que superó en su último salto en Sevilla 99, afirmó que le dio la mano y le felicitó, pero no sabe si fue correspondida por su rival: «no me fijé mucho». Montalvo admitió que tras fallar en el último salto estuvo como algo asustada al pensar que existía la posibilidad de que se quedaba sin medalla, porque quedaban cinco competidoras por intentarlo. Por ello, indicó que fue importante el haber pasado a la mejora con la sexta mejor marca, porque luego tendría esta teórica desventaja. «Era lo único que me preocupaba, porque es la primera vez que una final se cierra en 6'70», señaló.