Es la joya del Portmany, un delantero letal, un mago del balón . Es
el mejor delantero de Eivissa y Formentera y muchos clubes lo
querrían tener en sus filas. Se llama Pablo Morales Girón, tiene
tan sólo 21 años y todo un futuro en el balompié. Sus magníficas
cualidades le han encumbrado a lo más alto del fútbol pitiuso y su
nombre suena con fuerza; es el futbolista de moda. De hecho, el
Villareal se ha fijado en él. Un ojeador del club castellonense
estuvo en Sant Antoni siguiendo sus evoluciones, a la espera de
concretar una prueba, que podría tener lugar cuando el Portmany
concluyese la Liga de Ascenso a Tercera División.
Pablo se muestra contento, pero con los pies en el suelo ante el
interés que el Villareal ha mostrado por él. «Está muy bien que un
club como este me haya echado el ojo, pero, de momento, no hay nada
en concreto. Si finalmente llega esa prueba la aprovecharé, puesto
que jugar en el Villareal sería un paso muy importante para poder
triunfar en el fútbol español, que es mi gran ilusión», señala el
ariete.
Hablar de Pablo es hacerlo de espectáculo. Cada vez que toca el
balón todo el mundo está esperando que haga alguna de sus
genialidades: una exquisita asistencia, un imposible regate, un gol
de ensueño... «Me encanta el fútbol, pero el fútbol espectáculo, no
el fútbol normal y corriente. Cuando salgo al terreno de juego
quiero hacer cosas nuevas, innovar; me gusta mucho ofrecer al
espectador espectáculo. De todos modos, no siempre voy de ese palo,
ya que, a veces, las circunstancias no te lo permiten», destaca
este delantero con hambre de gol.
La estrella del Portmany, por el que también han mostrado
interés el CE Eivissa y la Peña Deportiva de Santa Eulària, es todo
un depredador del área. Esta temporada, a la espera de la
conclusión del play-off, ha marcado ya 22 «chicharros» "así
denomina al gol". «Un delantero está para marcar cuantos más goles
mejor. Y esto es lo que intento cada vez que salto al campo. De
todos modos, si veo que en una jugada hay un compañero que está en
mejor posición que yo, no dudo en asistirle el balón. De lo que se
trata es que el equipo gane y no que Pablo meta goles», señala.
Este delantero, seguidor del Real Madrid, es uno de los más
castigados de la Liga Regional. Los defensas, ante la dificultad
que tienen para quitarle el balón, no dudan en pararlo a base de
faltas. «La verdad es que, a veces, acabo los partidos bastante
mal. Soy objeto de muchas faltas. De todos modos, son cosas del
fútbol. Eso sí, a veces, van a por mí con mala fe. Pero bueno, es
lo que hay», apostilla Pablo, quien asegura que el defensa que
mejor le ha cubierto es Óscar, del Sant Jordi. «Es bastante
férreo».
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