JOSE A. LLADOS - Francia
Los japoneses Masao Azuma (Honda) y Youichi Ui (Derbi), que llegaban a Francia como líderes de 125, tuvieron que sufrir y mucho para mantenerse entre los mejores. Los problemas de entrenamientos para el primero y el escaso rendimiento de la moto del segundo fueron los culpables. Así las cosas, la responsabilidad de liderar la prueba recayó, entre otros, en dos jóvenes de apenas 18 años, Poggiali y el español Antonio «Toni» Elías, neófito en estas lides, pero que ya hacía varios grandes premios que estaba avisando de sus posibilidades.

Suya y del italiano Mirko Giansanti (Honda) fue la responsabilidad final, pero prevaleció la veteranía tanto del joven Poggiali, mucho más avispado en la lucha por la victoria, y de Giansanti frente a Elías, pues el último giro resultó definitivo y si bien el español intentó doblegar a sus rivales, un error en la elección del cambio le condenó a la tercera plaza. Como en anteriores ocasiones, todo hacía presagiar una nueva y clara victoria del japonés Daijiro Katoh (Honda) en los 250, pero esta vez se encontró con un hueso duro de roer en el veterano Tetsuya Harada (Aprilia), quien cobra por objetivos de la marca italiana y una victoria vale más que un segundo puesto.

Pero Katoh volvió a dar una lección magistral, tanto de pilotaje como de inteligencia, al dejar hacer a su rival, valorar sus posibilidades y, en última instancia, hacer valer lo mejor de sí y de ahí que llegase la cuarta victoria de la temporada de manera consecutiva, aunque en esta ocasión bien es cierto que se tuvo que emplear a fondo hasta la última vuelta. El mismo o mayor empeño que Katoh por vencer lo puso el italiano Marco Melandri (Aprilia) por acabar lo mejor posible.