07/05/01 0:00
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FRANCISCO NATERA El Portmany se proclamó ayer campeón de la Liga de Regional Preferente a falta de la última jornada al beneficiarse del empate del San Rafael. De esta manera, será el cuadro de Sant Antoni el que represente a las Pitiüses en la Liga de Ascenso a Tercera División Nacional. El conjunto portmanyista pudo entonar el alirón el pasado sábado, pero, para ello, estaba obligado a ganar al Sant Jordi. Finalmente, el resultado fue 1-1, por lo que la escuadra sanantoniense dependía de lo que hiciese el San Rafael. Una derrota o un empate de los de Pepe Arabí daba al Portmany el título. Ayer domingo, el cuadro de Sant Rafel no pudo doblegar a la Peña Deportiva, por lo que perdió todas sus opciones -si hubiese ganado todavía podría haber ganado el título- y, de paso, vio como el campeonato viajaba a Sant Antoni.

Tras la disputa de la penúltima jornada, el Portmany, líder con 11 puntos, mantiene una ventaja de cuatro con el San Rafael, segundo, distancia imposible de salvar por los de Pepe Arabí. La Peña Deportiva ocupa la tercera posición con 5 puntos y el Sant Jordi, campeón la pasada temporada, ostenta el farolillo rojo con tan sólo tres puntos en su haber. En la última jornada liguera, el Portmay rinde visita a la Peña Deportiva de Santa Eulària, el equipo que tendrá que hacer el pasillo de honor al campeón, mientras que el San Rafael se desplaza al terreno de juego del Sant Jordi. Con todo decidido, los dos encuentros serán de puro trámite.

El Portmany ganó el campeonato liguero hace dos temporadas, pero no quiso diputar la fase de ascenso a Tercera División. Ahora, las intenciones son bien distintas. El club presidido por Alfredo Castillo sí que se ha planteado el reto de regresar a la categoría de bronce del fútbol nacional. Los rivales con los que se enfrentará el Portmany en los play-off serán tres de Mallorca. A la espera del sorteo -se celebra el próximo día 14-, Arenal, Felanitx, Paguera, Alcudia, Génova, La Unión y Esporlas pueden formar parte del grupo portmanyista. Ahora, más que nunca, la afición debe estar con el Portmany.