EFE - Melbourne
El estadounidense Andre Agassi se mostró sin piedad y elevó su cuenta en el Grand Slam al ganar ayer su tercer Abierto de Australia y el séptimo grande, con una victoria sin concesiones sobre el francés Arnaud Clement.

Agassi desbarató cualquier opción a la sorpresa al imponerse a Clement por 6-4, 6-2 y 6-2 en una hora y 46 minutos. El americano mantiene así su récord de efectividad en Australia al máximo: tres finales, tres títulos (1995-2000-2001) y se convierte en el octavo jugador que ha ganado aquí tres veces. En seis visitas a Melburne sólo ha encajado tres derrotas en 35 encuentros.

Veinticuatro horas después de que Jennifer Capriati inaugurase su cuenta en el Grand Slam al ganar el título femenino, Agassi daba también la gloria a Estados Unidos con el masculino. Por segundo año consecutivo el tenis americano triunfa en Melburne (en 2000 fueron Agassi y Davenport) irrumpiendo con fuerza en el nuevo milenio.

Clement tenía dos retos: convertirse en el primer francés que en un duelo contra un estadounidense en la final de un grande arrancase por fin una victoria, algo que intentó sin éxito Cedric Pioline en el US Open de 1993 y en Wimbledon 1997, en ambas ocasiones contra Pete Sampras, y lograr después de 73 años de espera ser el segundo tenista galo en ganar este Abierto (Jan Borotra en 1928).

Ninguno de sus dos sueños se hicieron realidad en una mañana soleada en Melburne en la que el estadounidense Agassi conjuntó a la perfección su tenis con una magnífica experiencia para solventar las escasas ocasiones de peligro por las que pasó.