La décima jornada del París-Dakar, disputada en territorio de
Mauritania, con salida en El Ghallauiya y llegada en Atar tras 435
kilómetros de recorrido especial cronometrado, fue un auténtica
desastre para algunos pilotos y un calvario para casi todos y lo
que quedó claro es que ya hay una serie de favoritos que ha dicho
adiós a sus opciones de victoria.
Las más destacadas bajas han sido la de Josep Maria Servià,
quien sufrió mucho en las dunas y la arena de esta décima jornada,
en la que perdió más de dos horas y cuarto, lo que le deja
completamente fuera de la quiniela de ganadores, lo mismo que a
Joan Roma. El piloto catalán se fue por los suelos a escasamente
seis kilómetros de la línea de salida, con tan mala fortuna que la
moto le cayó encima y le propinó un fuerte golpe en una rodilla que
le produjo un esguince de ligamentos y le apeó de la carrera.
También ha quedado descartado, pero por distintos motivos, el
hasta ayer líder y doble vencedor de la carrera, el francés Richard
Sainct, quien con problemas en el motor de su KTM tras sufrir una
caída en el kilómetro ochenta de la especial, tuvo que esperar
sentado en la arena la llegada de su camión de asistencia para
abandonar como a ningún piloto le gusta hacerlo esta dura
competición. En el lado positivo, un veterano ya en mil batallas
africanas y que estuvo a punto de no participar, Jordi Arcarons,
continúa con paso firme y una eficacia digna de encomio remontando
posiciones a lomos de su KTM.
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