Samuel Urbano, con 7'11'', fue el vencedor indiscutible en la
Pujada a la Catedral que se celebró el último día del año 2000 en
Eivissa. El atleta ibicenco, que corre por el club malagueño Nerja,
aseguró tras cruzar el primero la meta situada en la plaza de la
Catedral que «desde el principio tenía claro que debía tirar fuerte
para arriba porque Cristian Torres está muy fuerte y pensaba que
iba a plantear más dificultades».
La carrera, efectivamente, tuvo un claro dominador en la figura
de Urbano, quien en un principio estaba vigilado de cerca por
Cristian Torres y Abdeslam Rahmouni. El grupo de cabeza estaba
perseguido, con un margen muy estrecho, por Javier Boned y Mario
Avellaneda, cuya presencia en una prueba muy alejada de su
especialidad sorprendió al público asistente. Sin embargo, en el
ecuador de la prueba, Torres y Abdeslam se quedaron clavados en la
segunda rampa del ascenso a Dalt Vila, a la altura del
Ayuntamiento, propiciando que un victorioso Urbano cruzara en
solitario y sin rival la línea de meta. Finalmente, tras superar a
Torres (7'42'') y Rahmouni y en los últimos doscientos metros,
Boned apretó el ritmo superando a Avellaneda (7'30'') quien fue
rebasado en la misma meta por Esteban de las Heras (7'30).
Éste, en un esfuerzo final, se colocó en la tercera plaza del
podio final. En la competición femenina, Khadija Rahmouni se
adjudicó por segundo año consecutivo la primera plaza. La joven
atleta del Club de Atletisme Pitiús es cadete de primer año y
declaró haber llevado bien el ritmo hasta las primeras cuestas, en
concreto la segunda rampa que calificó de «rompedora». La lucha
estuvo entre Rahmouni y Alba Fournier, quien fue segunda.
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