El tenista español Alex Corretja, cabeza de serie número 2,
consiguió ayer el triunfo en el torneo austriaco sobre tierra
batida de Kitzbuehel, valorado con 125 millones de pesetas en
premios, tras el abandono del otro finalista, el también español
Emilio Alvarez, en el tercer y definitivo set, aunque la ventaja
del primero a esas alturas era significativo: 6-3, 6-1 y 3-0.
El catalán Alex Corretja no tuvo excesivos problemas para
deshacerse de Emilio Alvarez, quien jugaba, por primera vez en su
carrera, la final de un torneo ATP, y que, en las postrimerias del
encuentro, se vio aquejado por fuertes dolores en uno de sus
hombros que le obligaron a abandonar. El pupilo de Javier Duarte se
mostró muy sólido durante todo el partido, apenas mostró fisuras
desde el fondo de la pista y con su servicio, por lo que Alvarez en
ningún momento vio cerca la posibilidad de anotarse el primer
triunfo como tenista profesional.
El español, campeón del mundo ATP en 1998, que sufrió más para
imponerse en semifinales al argentino Agustín Calleri por 6-3,
6-7(3/7) y 6-2, y que se benefició de la derrota del cabeza de
serie número 1, el ruso Evgeni Kafelnikov, a manos de Francisco
Clavet por 6-3 y 6-2, comentó, tras la conclusión de la final, que
el cansacio había sido bastante menor que en el sábado, durante la
disputa de las semifinales. Este torneo supone la duodécima
victoria de Alex Corretja en el circuito ATP y su segunda
consecutiva tras Gstaad, además de ser la tercera de la temporada,
junto a la de Indian Wells.
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