JENARO LORENTE
En el resto de encuentros se ha notado la presencia de las distintas aficiones en las gradas. En la selección no se entienden las causas de la deserción, pero se respetan. Alfonso Muñoz y Paco Jemez reclamaron ayer sin recato la presencia de más seguidores en los partidos de España, aunque ninguno se excusó en ese dato para justificar la derrota ante Noruega.

El equipo español ya piensa en el partido ante Eslovenia, una débil selección con la que ya no hay margen de error. Los jugadores han cambiado el discurso y ya no se habla de jugar bien y dar espectáculo, sino de ganar como sea porque un nuevo tropiezo les envía a todos a casa. La inesperada derrota ante Noruega es la que ha llevado a España a esta situación, al giro en el cambio de planteamiento. Antes del envite ante los noruegos se hablaba de dar una buena imagen, la misma que en la fase de clasificación, en la que el equipo marcó muchos goles y ofreció buen juego. Ahora solo importa el resultado, algo muy criticado en la era Clemente.

La derrota ante Noruega sigue en la cabeza de los jugadores, que siguen refugiándose en lo complicado que es ganar a una selección que se mete con todos atrás. Solo Michel Salgado ha reconocido el mal juego de España. «Claramente, no supimos jugarle ni profundizar ante Noruega y ante Eslovenia hay que cambiar, aunque la forma de jugar de los eslovenos nos favorecerá», dijo.