El equipo amateur se adjudicó la Tercera Regional y jugando la final balear.

M. TORRES Paradojas de la vida, el Formentera no sólo no logró el apoyo deseado, sino que la asamblea general celebrada el pasado sábado debilitó aún más a la gestora de un club que necesita oxígeno cuanto antes sino quiere verse obligado a desaparecer, después de que el pasado sábado dimitiesen dos de sus directivos. El Centre Polivalent de Formentera (antiguo instituto) acogió una imagen que cada vez es más habitual entre los clubs de fútbol de las Pitiüses, y es que la gestora del club, formada por ocho personas, se sentó frente a un total de cinco socios para decidir su futuro. Según el vicepresidente de la directiva, Arcadi Escandell, el panorama era desolador. «Era lo que nos esperábamos. Había cinco personas, de las que, teniendo en cuenta que una era un entrenador y la otra un jugador, socios sin relación directa con la organización del club había tres», comentaba apesadumbrado Escandell.

El club no desaparece, de momento, y seguirá como pueda, eso sí, sin la implicación directa de dos de sus máximos responsables, como son el presidente de la gestora, Josep Ferrer Roselló, y el vicepresidente, Arcadi Escandell. Ambos decidieron dimitir de sus cargos. «Nosotros hemos dimitido porque ya no podíamos más. Seguiremos a disposición de los seis que se han quedado para ayudar con lo que podamos, pero sin responsabilidad alguna y sin la presión sufrida hasta ahora. Los que se quedan aún deben decidir que cargos ocuparán», explicó.

Escandell confía en que al final llegue una solución para un club que tiene más de 30 años, aunque apunta a que la situación es insostenible. «No hay participación del socio y cada año es peor. Nos hemos llegado a preguntar, que pasaría si no hubiese club un año, ¿la gente reaccionaría?», aclara. Francisco Roselló, Rafael González, Rafael Moreno, José Olivares, Sebastián Ferragut y Mariano Castelló son los seis valientes que se han quedado en la directiva. El propio Escandell no descarta que le vuelva a «entrar el gusanillo».