El armador del Winterthur celebrando el éxito con cava a su llegada al puerto de Ibiza Nueva. Foto: GERMÁN G. LAMA.

M. TORRES Balearia y Winterthur fueron los primeros en acabar cada una de las dos versiones de la XIII Ruta de la Sal. El Balearia, de Javier Moreno, se impuso en la versión Este, desde Denia, tras once horas de navegación, al llegar a Eivissa a las tres de la madrugada. El Winterthur, de José María Cercós, fue el vencedor en tiempo real de la versión Norte, desde Barcelona, que llegó a puerto a las 17.28 horas de ayer, tras más de 29 horas de travesía.

Como ha sucedido en los últimos años, la versión Este ha resultado más benévola con los participantes. Un viento constante del Sur impulsó a buen ritmo pero sin brusquedad a la parte de la flota que decidió hacer la travesía saliendo desde Denia. A las cuatro de la tarde del jueves tomaban la salida rumbo a Eivissa. El primero en llegar fue el Balearia, por delante de Plis Play, de Vicente García, y de Bazi, de Hertmuth Frisake.

Según los propios protagonistas, la travesía desde Denia resultó bastante placentera y sin a penas incidentes. La mayoría de los integrantes de esta versión finalizaron la regata antes del mediodía de ayer, cuando aún los primeros de la versión Norte no habían asomado por el horizonte.

La flota procedente de Barcelona, como ha sucedido en los últimos años, tuvo más problemas para completar su travesía. La escasez de viento no ha sido tan alarmante como la del año pasado, ni tampoco ha soplado un viento contrario tan fuerte como el de hace dos años.

La flota de la versión Norte salió a las 12 horas del jueves desde Barcelona, con un viento suave del Sureste, que les mantuvo en grupo gran parte del día. La caída de la noche empezó a marcar diferencias y ya desde el principio, el Winterthur se desmarcó de sus rivales, escogiendo la ruta más adecuada.

La primera encalmada llegó en mitad de la noche, donde los barcos estuvieron parados cerca de hora y media. A lo largo del día de ayer las primeras informaciones apuntaban hacia que el barco de José María Cercós navegaba en solitario con cierta ventaja sobre el segundo y el tercero de la flota.