El destituido presidente del Atlético de Madrid, Jesús Gil, aseguró ayer a través de un comunicado que no venderá las acciones que posee del club madrileño, de la que es accionista mayoritario junto al ex vicepresidente Enrique Cerezo con el 94'5 por ciento del capital social. «El Atlético no está en venta, por mucho que se empeñen los que lo desean, y vamos a luchar hasta el final para defenderlo, como siempre hemos hecho», aseguró Gil, quien fue destituido de su cargo por la intervención judicial decretada el pasado 22 de diciembre, que acarreó el embargo de sus acciones. En el texto, Gil señala que «sería una ruindad querer especular con el Atlético de Madrid tratando de huir cobardemente como las ratas que abandonan el barco cuando se está hundiendo». «Lo que realmente importa, y ha sido el norte de nuestra vida, es la supervivencia de la entidad, que está en peligro, y jamás pensar en obtener dinero por algo por lo que tanto se ha luchado y tantos sacrificios ha costado», añade.