El divorcio definitivo entre directiva y jugadores del CE Eivissa
dio ayer una vuelta más de tuerca con otro hecho insólito y
lamentable para la imagen del club, ya de por sí bastante
deteriorada.
La plantilla tenía previsto realizar ayer noche una sesión de
entrenamiento por su cuenta propia. El portero Marc, uno de los
implicados en las seis bajas otorgadas por el club, fue al mediodía
a pedir al aún presidente, Vicente Segovia, las llaves de las
instalaciones de Can Misses. El empresario se negó. «Ya no están
oficialmente en el club, tanto los que se les dió la baja como el
resto de jugadores», afirmó Segovia.
El portero Marc se mostró sorprendido e incrédulo. «Dice que
quiere ayudar al club pero no nos deja ni una pelota para entrenar.
Dice que no somos jugadores del Eivissa», señaló. El capitán,
Julián Marcos, también estaba molesto por la cuestión: «Me parece
que esto muestra su talante. Con esta actitud se deja llevar por el
rencor y la rabia. Es una cuestión personal».
El equipo se ejercitó finalmente a las 20.30 horas con un balón
propio, en horario correspondiente a la Penya Blanc i Blava y
cambiándose en otro vestuario. No pudieron utilizar ningún tipo de
material del club. «Esto va en contra del benefico del club. Sólo
queremos entrenarnos para estar en diposición de jugar», concluye
el capitán.
El presidente de la Peña se ofrece para pagar el viaje a
Menorca
El presidente de la Peña Deportiva de Santa Eulària, José Ramon
Marí, realizó ayer un ofrecimiento generoso con el objetivo de
aliviar la crisis que azota el club bermellón. Ramon Marí se
ofreció a pagar, a nivel particular y representando a la directiva
de Santa Eulària, el importe del primer desplazamiento del CE
Eivissa el próximo día 6 de enero a Menorca, que ronda las 360.000
pesetas.
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