MARCO TORRES Àlvaro Miguel de la Rosa tiene 15 años, mide 1'90 metros, lleva 4 años practicando baloncesto y ha sido llamado por el seleccionador balear cadete masculino.

Verónica Hernández Rentero también tiene 15 años, mide 1'87 metros, lleva 6 años dedicándose al baloncesto, hace dos años estuvo con la selección balear infantil y ha sido convocada para la selección femenina. Los dos acudirán el 2 de enero del 2000 al Campeonato de España cadete para selecciones autonómicas.

Àlvaro Miguel es novato en estas lides, puesto que es su primer campeonato con una selección balear. Después de pasar por el Joan XXIII, volvió al Sa Graduada, donde empezó, y con el que el año pasado cosechó el título insular. Con su 1'90 resulta ser algo bajo, paradojas de este deporte, y de hecho su actividad en el campo la desarrolla en las posiciones de base y escolta.

El ibicenco se muestra esperanzado: «El equipo es bueno y hace poco estuvimos en una concentración en Mallorca, en la que nos acogieron muy bien. Estamos muy a gusto, aclararon. De su juego Miguel destaca la «velocidad, sobre todo en contraataque».

El caso de Verónica es algo diferente. Ella si mide lo bastante para jugar de pivot y destaca que su punto fuerte es «el tiro a media distancia». Acerca de las posibilidades de la selección ambos son realistas y admiten que Balears no tiene el nivel de selecciones como Valencia, Castilla-la Mancha o Aragón. «En Balears estamos a otro nivel. Cuando sales a jugar fuera te das cuenta de la diferencia que hay. Cuando estuve con la selección infantil hace dos años el nivel de las demás selecciones era impresionante. Preferíamos verles jugar que no jugar nosotros», aclaró Hernández.