Nadal, mostrando una bufanda de la selección. Foto: PERE BOTA.

LUIS VILLAREJO (VIGO)
La selección española tiene esta noche la ocasión de agradar, de ofrecer otro golpe de timón y enseñar al mundo entero la auténtica valía del fútbol español, con Brasil como invitado, en un amistoso donde José Antonio Camacho puede medir si su equipo cuenta ya con el sello de futuro campeón, a siete meses del inicio de la Eurocopa.

Hoy en el estadio Balaídos habrá mucho fútbol de autor. Roberto Carlos, Rivaldo en una trinchera; Pep Guardiola y Raúl en la otra, como protagonistas de un duelo atractivo, en el que España cuenta con una oportunidad de tratar bien el balón ante auténticos expertos del fútbol espectáculo.

Brasil es el referente del fútbol mundial. Parece que han llegado sin tomárselo en serio. Sin Wanderley Luxemburgo, su técnico, en el banquillo estará su ayudante José Cándido Soto «Candinho», pero eso no significa que no vayan a meter la pierna. Es simplemente cuestión de cultura futbolística.

Brasil está acostumbrado a otro tipo de vida. Mientras España mima y cuida todos los detalles, su rival de mañana ve el fútbol de otra manera. Se han entrenado poco y la disciplina no es su asignatura fuerte. Eso es evidente. Pero la vida no les val mal así y para qué van a cambiar sus hábitos, pensarán.

Dice Mauro Silva, un brasileño que merece la pena y que ha dado seriedad a sus compatriotas, que en su país el vocablo subcampeón no existe.
Esa es la clave en la actualidad a la hora de realizar comparaciones. Brasil cuenta con crédito siempre. Antes de salir al campo, cualquier jugador que lleva la camiseta amarilla sube de inmediato su crédito.