Y no solo por la atención mediática que cualquiera de ellos recibe, sino por las constantes señales del declive de su historia de amor que sus seguidores iban señalando como síntoma del próximo final.
Alianzas que desaparecían, mudanzas para no seguir conviviendo… El final entre ellos es ya un hecho y, tras el amor, queda adaptarse a la nueva situación logrando algo que no es nada fácil: ser una buena expareja.
En ser "ex" es algo que tanto Ben como Jennifer tienen experiencia, sobre todo por el hecho de que comparten hijos de relaciones pasadas, lo que supone una motivación añadida a la hora de llevarse de la manera más amigable posible por el bien de la familia.
Podría parecer que, en un primer momento, ambos habrían querido hacer lo mismo entre ellos, ya que desde que firmaron de manera definitiva los papeles del divorcio, tras sus dos años de matrimonio, han mantenido una relación cercana llegando a aparecer juntos con sus hijos.
Pero, ¿es esa proximidad algo beneficioso o puede afectar de alguna manera al proceso de duelo posterior a la separación?
Según una fuente cercana a ellos, la diva del pop estaría en un momento de desconcierto, ya que estas idas y venidas por parte del actor y productor dificultan que pueda pasar página.
De la misma forma que para sus hijos, quienes también podrían sufrir esa confusión manteniéndose Ben tan cerca, pero sin estar en una relación con su madre.
Y es que la misma fuente admitía que la personalidad impetuosa de Ben Affleck sería clave a la hora de entender los vaivenes, ya que actuaría más por impulso que midiendo los efectos de esos cambios de comportamiento.
Por desgracia, el impedir que la ruptura siga su ciclo natural, convierte el proceso en algo mucho más doloroso para ambos, hasta el punto de que puede llegar a cronificarse y que los síntomas de confusión, desorganización o la intensidad de las emociones interfieran en su día a día.
Por otro lado, la decisión de no firmar un contrato prenupcial podría salirles cara emocionalmente, lo que podría significar el comienzo de una batalla legal de años como la que vimos de Brad Pitt y Angelina Jolie (que sigue activa) o la de Channing Tatum y Jenna Dewan que ha terminado tras seis años.
Una relación con subidas y bajadas
La pareja que marcó el comienzo de los 2000 -y que se convirtió en todo un icono de la década- nos regaló momentazos en la alfombra roja y televisión con su aparición en el videoclip de Jenny from the Block.
Aunque se prometieron en 2002, pospusieron la boda un año, hasta que en 2004 anunciaron su ruptura. Un episodio que fue descrito por la cantante como "la mayor ruptura de corazón de mi vida". "Sinceramente me sentía como que iba a morir", llegó a decir.
Pero el tiempo pasó y con diferentes relaciones de por medio, en 2021 volvieron a verse con frecuencia para lo que parecía el final de película romántica que se les había escapado en el primer intento, sobre todo cuando en 2022 se prometieron.
La esperadísima boda se celebró en julio de ese mismo año, pero poco iba a durar la felicidad entre ellos cuando, dos años después, los rumores de crisis empezaron a crecer, desatándose por completo cuando el actor dejó la mansión de Beverly Hills, que habían comprado juntos.
Ahora que se conoce la fecha oficial de cuando firmaron el divorcio -26 de abril- se entiende este movimiento por parte del protagonista de Batman unos meses después, aunque sus fans estaban confundidos porque no fue hasta agosto que la noticia trascendió a la prensa.
Con sus caminos de nuevo por separado, y aun cuando Jennifer mantiene las fotos y vídeos con Ben en su perfil, las posibilidades de darse una tercera oportunidad parecen bastante limitadas, pero queda ver cómo siguen manejando la ruptura de una manera que no afecte ni a su bienestar ni al de sus hijos.
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