El Padre Apeles ofició la boda de Sergio Vicedo, conocido DJ del grupo Pacha y del Teatro Pereyra, con Mayte Cañarte. | Ana Cristina Photography

Sergio Vicedo, conocido DJ del grupo Pacha y del Teatro Pereyra, celebró el pasado sábado 14 de septiembre su boda con Mayte Cañarte en una ceremonia que no dejó indiferente a nadie. El evento fue oficiado por José Apeles, conocido popularmente como Padre Apeles, que saltó a la fama hace unos años gracias a sus apariciones en programas televisivos españoles como Crónicas Marcianas. La ceremonia tuvo lugar en Destino Ibiza y, además del Padre Apeles, el párroco de la parroquia de Santa Eulària, Josep Lluís Mollà, también participó en la boda.

La elección de Destino Ibiza como escenario de la boda no fue casual. «Decidí hacer la boda allí porque me parece un sitio espectacular», comentó Sergio Vicedo. Asimismo, el DJ detalló que la relación entre él y el Padre Apeles se forjó gracias a la visita que hizo este último a un amigo en Sevilla, donde Vicedo conoció al sacerdote y empezó a establecer una relación de amistad con él. «Un día en Sevilla, de cachondeo, le pregunté ‘Padre, si un día me caso, ¿serás tú el que lo haga?’», señaló Vicedo en declaraciones a Periódico de Ibiza y Formentera. Años más tarde, lo que nació como una broma entre amigos se convirtió en realidad y el padre Apeles, que actualmente se encuentra trabajando en el Vaticano como traductor, ofició su boda.

La ceremonia estuvo llena de anécdotas divertidas. «Los invitados se hicieron más fotos con él que conmigo. Me quitó un poco el protagonismo», comentó simpático Vicedo, quien además añadió que algunos de los invitados más jóvenes que no conocían al párroco terminaron haciéndose fotos con él también.

El DJ del grupo Pacha reconoce que recibió al padre Apeles de una manera muy divertida. Vicedo sorprendió al párroco al recogerlo del aeropuerto en un coche militar descapotable, una broma que dejó al sacerdote un tanto desconcertado. «No se quería montar en el coche. Fue un show», bromeó el DJ. Horas más tarde, Apeles le «devolvió» la broma en la ceremonia. «Yo estaba muy afónico y le pedí que no me hiciese hablar mucho y él me la devolvió, quería que dijese unas palabras, que leyese cosas…», concluyó entre risas.