La emperatriz, de 80 años, se someterá a un examen exhaustivo el próximo 9 de agosto en el Hospital de la Universidad de Tokio.
Con base en los resultados de estas pruebas, se confirmará el diagnóstico y se decidirá qué tipo de tratamiento deberá seguir.
Según la Agencia de la Casa Imperial, Michiko empezó a experimentar dolores en el pecho a finales de junio y estos fueron en aumento, por lo que la emperatriz se sometió a un electrocardiograma el pasado 24 de julio.
La Agencia ha explicado que mantendrá por el momento su agenda de actividades oficiales, pero que evitará hacer deporte (tanto ella como su marido, el emperador Akihito, son muy aficionados al tenis) o participar en eventos que la obliguen a estar expuesta mucho tiempo al sol y las altas temperaturas veraniegas de Japón.
El propio Akihito, de 81 años, se sometió con éxito en 2012 a una operación de «bypass» coronario después de que una angiografía revelara un estrechamiento de sus arterias coronarias.
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