Antoni Miquel nos muestra diez esculturas elaboradas con materiales tradicionales como el aluminio, la madera, el hierro, el bronce o la piedra, cuya temática es la figura humana, la mayoría la femenina: «el referente atemporal de la escultura clásica y renacentista» afirma. Es consciente, nos dice, de que «es un tipo de arte inspirado en la vanguardias artísticas y en escultores como Henry Moore o Rodin. Además, señala que le «gustan las formas bellas para poder transmitir ideas bellas, como la de poder encontrar los límites de uno mismo». «Le gustaría hacer algo que todo el mundo pudiera entender, apelar a los instintos, sugerir sin demasiadas explicaciones, pero también le gusta poner título a sus esculturas». Piensa que «parece que el arte objetual carece de concepto», pero él no cree en eso, cree «en el libre recorrido de cualquier manifestación creativa movida por impulsos individuales o colectivos y que hay que vencer muchos prejuicios».
Este artista comentó a este periódico que «le gusta trabajar los materiales con las manos y vivirlos, su proceso creativo es laborioso y no espontáneo. Hace bocetos previos, busca el ritmo y la estética de la figura femenina».. Nos confiesa «que es consciente de que el arte contemporáneo va por otros caminos más conceptuales, pero él se siente muy cómodo en este discurso. Subraya que «lo que él quiere comunicar quizás pudiera transmitirse por vías más comunes como en otros ámbitos como el de las letras, la expresión escrita o hablada, pero el lenguaje escultórico es con el que se comunica mejor. Su obra alude a los lenguajes de emancipación y búsqueda del desarrollo humano, apela a la plenitud individual, al propio empoderamiento, para él es esencial poder transmitir un mensaje de un modo directo y sencillo.
Sin intermediarios
Finalmente, comenta que «cree que las personas tendríamos que ser responsables de nuestras propias decisiones y gestionar nuestras relaciones con los otros de una manera directa sin intermediarios. Intenta evitar terminologías con las cuales la gente intente encasillarle. No le interesan demasiado las dinámicas de mercado del arte internacional porque el hecho especulativo es muy acentuado. Le motivan las personas que trabajan para intentar mejorar la sociedad».
Antoni Miquel Morro (Palma 1980) es licenciado en Bellas Artes por la Universidad autónoma de Barcelona y ha expuesto principalmente en Mallorca, aunque su obra también se ha podido contemplar en otros lugares como Barcelona, Cuba, Soria, Alicante o Gerona.
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