Juan Manuel Montilla, El Langui, se metió pronto en el bolsillo al numeroso público que, desde hacía tiempo, ya le esperaba impacientemente en el Passeig de ses Fonts de Sant Antoni de Portmany. Y lo hizo antes incluso de salir al escenario.

La bahía de Sant Antoni se llenó la noche del pasado sábado del sonido más callejero del hip-hop y del rap más desvergonzado, con motivo del concierto que ofreció el polifacético y popular ‘El Langui'.

El de Pan Bendito se hizo esperar. A eso de las 21.30 horas, con algo de retraso, saltaron al escenario los componentes de ‘Frac for Freaks', que actuaron como teloneros, para calentar el ambiente antes del plato musical principal. Sus mezclas de ritmos funky, hip-hop y rap hicieron que los fieles de El Langui, adolescentes, jóvenes y mayores, fueran poco a poco entonándose gracias a canciones con cierta pegada como ‘La niña de los sueños rotos' o ‘Renglones torcidos'.

Pasaban ya de las 22.40 horas cuando llegó el gran momento de la noche. Tras la marcha de los teloneros, el cercano millar de voces de los asistentes comenzó a vitorear a El Langui, cuando el artista madrileño apenas asomó su cara por la rampa de ascenso al escenario.

En su repertorio, que interpretó con altas dosis de picardía y con su particular forma de «ver el mundo como lo puede ver cualquier chico de barrio», no faltaron grandes éxitos, como ‘Hurón albino', ‘Chungo petaca', ‘Recuerdos de chico' o ‘Zapato ortopédico', que fueron muy bien acogidos por un implicado público que, en todo momento, coreó sus letras y se dejó llevar por los pegadizos ritmos de sus rimas.