La Guardia Civil busca a los ocupantes de una embarcación localizada a primera hora de la mañana de ayer en una zona de rocas en la platja de Llevant de Formentera. Las investigaciones apuntan que se trata de una llegada ilegal de inmigrantes y que en la barca habrían llegado entre 3 y 5 personas.

Según informaron fuentes del Instituto Armado, un vecino de es Pujols fue quien alertó de la presencia de la barca, de unos tres metros de eslora, encallada en una zona de rocas.

Tras recibir el aviso, la Guardia Civil movilizó una patrulla hasta la zona para inspeccionar la embarcación y se activó un dispositivo de búsqueda al que se sumaron efectivos del Servicio Marítimo de la Guardia Civil y un helicóptero que sobrevoló la costa durante toda la mañana.

La embarcación llevaba un motor y junto a ella también habían dejado abandonados una docena de bidones de combustible, algunas prendas de vestir y varias botellas de agua de origen argelino.

El director insular de la Administración del Estado en Ibiza y Formentera, Roger Sales, señaló que todo apunta a que la embarcación y sus ocupantes habrían llegado de madrugada.

Durante toda la jornada de ayer el dispositivo de la Guardia Civil llevó a cabo inspecciones en la zona más próxima a la localización y también supervisaron los pasajes de los barcos que hacen la conexión Formentera-Ibiza.

En el último precedente, los agentes de la Guardia Civil localizaron a los ocupantes de una embarcación que había alcanzado la costa de Formentera cuando trataban de desplazarse a Ibiza.

Precedente en es Caló

La de ayer no es la primera embarcación que llega a la costa de Formentera ya que precisamente en noviembre del año pasado arribó otra embarcación. En este caso, en la zona de es Caló, donde un vecino llamó a la Guardia Civil al ver cómo de una pequeña embarcación de unos seis metros de eslora descendían un grupo de personas.

Esta patera tenía dos motores fuera borda, cinco bidones de gasolina de 50 litros y papeles en árabe que se encontraban en una caja que había quedado varada en una zona rocosa, a unos 200 metros de la patera.

Finalmente, la Guardia Civil interceptó a tres hombres argelinos, dos cercanos a los 40 años y otro que debía tener alrededor de 20 años, según informaron desde la Benemérita en ese momento.

Estas tres personas habían estado navegando durante dos días antes de alcanzar la costa de la menor de las Pitiusas, por lo que soportaron cambios bruscos de temperatura. Por esta razón, fueron trasladados al hospital Can Misses con la intención de que se sometieran a un examen médico del que se extrajo que estaban en buen estado de salud. Los detenidos pasaron a disposición judicial en Ibiza y fueron trasladados al Centro de Internamiento de Extranjeros (CIE) de Valencia.

LA NOTA

Sin noticias de quienes llegaron a Niu de s’Àguila

A mediados de agosto del año pasado llegó una barca a la playa Niu de s’Àguila en la costa de es Cubells. Una vecina de la zona fue la que alertó de la presencia de la barca varada, cuyo nombre era Samir, en la costa y cuya matrícula era argelina. En la embarcación había bidones de combustible y botellas de agua etiquetadas en árabe, así como tabaco, prendas de ropa, sandalias y mantas. Un testigo explicó a la Guardia Civil que, durante la madrugada, vieron subir a la carretera a cuatro hombres y una mujer de apariencia magrebí. Los agentes de la Guardia Civil revisaron las cámaras de seguridad instaladas en las viviendas de la urbanización Via El Greco de Sant Josep y otros establecimientos próximos. Los meses pasaron, sin embargo, sin que se volviera a saber qué había pasado con los ocupantes de esta embarcación. Los inmigrantes aprovechan las buenas condiciones climatológicas para hacer estos viajes. Meses más tarde, concretamente en noviembre, se encontró en la zona de es Caló de Formentera otra barca de seis metros de eslora. En este último caso, la Guardia Civil sí que interceptó y detuvo a tres hombres de nacionalidad argelina, que después fueron trasladados al Centro de Internamiento de Extranjeros de Valencia.