El acusado, que fue detenido este lunes por agentes del equipo de Policía Judical de la Guardia Civil de Eivissa, será acusado por los representantes del ministerio público de un delito de robo con violencia por el atraco a la sucursal de la que se llevó 3.000 euros, y de otro de robo y hurto de uso de vehículos a motor por la supuesta sustracción del ciclomotor en el que huyó después de haber realizado el atraco.
El Ministerio Fiscal confirmó que el detenido, de 27 años de edad, de nacionalidad española, toxicómano, en paro y con dos hijos cuenta ya con numeroso antecedentes penales. En su declaración se declaró culpable de todos los cargos que se le imputan y aseguró haber robado en apenas unos minutos 3.000 euros.
En este sentido, el detenido aseguró que decidió atracar esta oficina sin haber hecho una selección previa y movido únicamente por su desesperación y por la mala situación económica que atraviesa.
Además, negó haber encañonado a ninguno de los empleados para conseguir el dinero, tal y como explicaron éstos el día del atraco, y que, para llevar a cabo su actuación, empleó una pistola de juguete que pintó de negro para que pareciera real. También aseguró que en ningún momento tapó su cara con un pasamontañas sino que llevaba una gorra roja y una braga que se subió para intentar no ser reconocido.
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