La juez del Juzgado de lo Penal número 2 de Eivissa, Martina Rodríguez, ha condenado a la pena de dos años de cárcel a un hombre por un presunto delito de robo con intimidación.
En la sentencia se consideran hechos probados que el pasado 30 de septiembre por la mañana el acusado, cuyo nombre se corresponde con las iniciales M.T., se dirigió a un establecimiento de Vila dedicado a trabajos de impresión y, «una vez en su interior, y con una camiseta enrollada en la cabeza de modo que ocultaba totalmente su rostro, pudiendo únicamente ver sus ojos y esgrimiendo una navaja cuya hoja mediría aproximadamente diez centímetros, se dirigió al dependiente».

El botín
Esta persona estaba realizando labores propias de su trabajo cuando se vio sorprendido por el encapuchado que le exigió que le entregara el dinero que hubiera en la caja registradora. Le entregó 35 euros que había dentro y en ese momento el dependiente comenzó a gritar pidiendo auxilio.
M.T. echó a correr a toda velocidad pero poco después fue interceptado por los agentes de una patrulla de la Policía Local que habían sido alertados gracias a que el dependiente había apretado el denominado botón del pánico, un tipo de alarma.
El dinero del escaso botín fue encontrado en poder del atracador. La sentencia no es firme y contra ella cabe recurso en al instancia judicial superior.
M.T. no cuenta con antecedentes penales, por lo que es posible que pueda eludir el ingreso en prisión, ya que la pena es de dos años de prisión.
En la sentencia se destaca que los 35 euros del botín obtenido por el atracador no han sido ingresados en la cuenta bancaria del Juzgado «por motivos que se desconocen».