Un vecino de Santa Gertrudis con antecedentes por delitos contra la seguridad del tráfico y problemas de alcoholismo tuvo que sentarse ayer en el banquillo acusado de haberse estrellado borracho contra un vehículo estacionado con una furgoneta propiedad de su padre, un hombre de avanzada edad, y que éste presuntamente no permitió que cogiera. El sospechoso negó todas las acusaciones que se le formularon y aseguró que, pese al informe policial, el día del suceso no ocurrieron los hechos por los que fue juzgado. El acusado tenía vigente entonces una condena de un año de suspensión del derecho a llevar vehículos a motor.

El siniestro ocurrió el 4 de septiembre de 2007 en la calle Santa María de Santa Gertrudis. El fiscal pidió para el sospechoso otros cuatro años sin carné, seis meses de cárcel, 90 días de trabajo para la comunidad y una multa de 4.500 euros.