La juez del Juzgado de lo Penal número 1 de Eivissa, Clara Ramírez de Arellano, absolvió ayer in voce del delito de usurpación a cuatro personas, dos de las cuales reconocieron haber vivido como okupas en una casa del municipio de Santa Eulària por un periodo de unos diez días. Los otros dos acusados simplemente estaban de visita en la casa y fueron sorprendidos allí por la policía cuando acudió a detener a los okupas por una denuncia interpuesta por la propietaria. «Aunque la conducta de ustedes no está bien, entiendo que no tiene la entidad suficiente como para considerarse un delito de usurpación», dijo la juez cuando una vez que declararon los acusados y los testigos. En el juicio quedó claro que dos de los acusados estaban en la casa con carácter esporádico y los otros dos por necesidad. Al acabar el juicio, una vez absueltos los cuatro, uno de los acusados dijo: «Si nos hubiera dicho [la propietaria] que nos fuéramos, nos habríamos ido y no habría sido necesario que nos denunciara». Dos de los acusados reconocieron que, por avatares personales, habían querido instalarse provisionalmente en la vivienda mientras se solucionaban sus problemas, mientras que los otros dos, que viven en una furgoneta que tienen acondicionada para ello, que habían ido a la casa invitados por uno de los otros dos para realizar algunas tareas domésticas. En el juicio también quedó claro que cuando llegaron la puerta estaba abierta y que colocaron una cerradura para evitar que les robasen sus cosas. El responsable de Cáritas de Santa Eulària declaró a favor de los acusados y uno de los policías locales que acudió a la casa declaró públicamente el buen comportamiento de los encausados, que salieron de la sala ay como inocentes