La madre de la joven británica Carla Newman, fallecida en la madrugada del 14 al 15 de septiembre al caer desde un balcón de Sant Antoni, como tantos otros compatriotas suyos, no quiere que su hija «sea recordada como una borracha» y reclama más detalles sobre lo ocurrido aquella madrugada, informa la BBC en su página web.

La madre y el padre de la joven, que murió con tan sólo 22 años, hablan a la cámara de la BBC llorando. La madre está furiosa por los rumores de que la joven Carla murió «a causa de una payasada». «Ella era mi mejor amiga», dice entre sollozos la mujer, «y una gran compañera para todo el mundo». «No quiero que mi hija sea recordada como una borracha. Ella no pondría en peligro su vida por algo así [saltar de un balcón a otro]», dijo la madre de la joven.

Según informaron los investigadores del caso, la joven británica cayó al vacío desde un segundo piso del hostal Catalina de Sant Antoni cuando intentaba pasar de un balcón a otro. Al parecer, resbaló o no calculó bien. Al menos dos jóvenes de su misma nacionalidad fueron testigos de la precipitación de la joven.

Reanimación

Estaba alojada en este hostal con unos amigos y su novio, quien mientras los equipos médicos intentaban inútilmente reanimar a Carla lanzó un extintor por la ventana que cayó sobre la ambulancia sin causar heridos.

Intentaron reanimarla durante 50 minutos, pero no hubo manera.

Esta muerte es la única de este tipo registrada este verano en la isla, pero en temporadas anteriores se han registrado hasta cinco fallecimientos al caer por la ventana o el balcón, siempre de jóvenes turistas británicos.