EFE / LISBOA

El sumario del caso Madeleine, divulgado ayer, confirma que no hay ninguna prueba concluyente en torno a las circunstancias de la desaparición, en mayo de 2007, de la niña británica, a la que se considera «probablemente» muerta. Los 17 volúmenes del sumario, con un total de más de 4.000 páginas y documentos anexos, cuyo contenido principal ya había sido difundido en diversas declaraciones y libros, recogen las sospechas de los investigadores de que los padres de Madeleine, Kate y Gerry McCann, estuvieron involucrados en la posible muerte de la pequeña.

Pero el Ministerio Público portugués subraya en su informe final que no está probado ninguno de los indicios apuntados por los detectives, tanto del hipotético fallecimiento accidental de Madeleine como de la ocultación de su cadáver por los padres. Aunque se admitiera la hipótesis de que la pareja de médicos británicos «pudiese ser responsable de la muerte de la niña, siempre faltaría explicar cómo, por dónde, cuándo, con qué medios, con ayuda de quién y en qué lugar se libraron de su cuerpo en el pequeño lapso de tiempo en el que hubieran podido hacerlo», señala la Fiscalía.

El sumario también recoge las fallidas presiones de la policía lusa en los interrogatorios realizados en septiembre a los padres para intentar que confesaran, haciéndoles pensar que sí tenían pruebas sobre la ocultación y el traslado del cadáver de la niña.

Los principales elementos de culpa contra Kate y Gerry McCann provenían de los rastros de sangre y cadáver detectados por perros enviados desde el Reino Unido, en las pertenencias, el apartamento y el automóvil alquilado por el matrimonio casi un mes después de la desaparición de Madeleine.