El responsable de ECO es conducido por los agentes tras la detención. El local fue clausurado. Foto: GERMÁN G. LAMA

Una operación coordinada por el Equipo de Delincuencia Organizada Antidrogas (Edoa) de la Guardia Civil de Eivissa, con apoyo del puesto de Sant Joan, se ha saldado, por el momento, con la detención de dos hombres y una mujer y la intervención de más de medio kilo de cocaína y distintas cantidades de derivados del cannabis. La actuación policial ha llevado consigo al menos registros domiciliarios en las casas de los sospechosos así como otro que se llevó a cabo a primera hora de la tarde de ayer en un establecimiento de Sant Joan ubicado en la plaza de España.

Según los datos recogidos por este periódico, la operación en la isla se inició después de que se interviniera hace pocos días un paquete con más de medio kilo de cocaína que fue recogido por un residente lituano. Las investigaciones llevada a cabo por el Edoa, una vez que el envío fuera abierto en presencia del juez que autorizó la intervención, sirvieron para concretar que en todo ello podía estar relacionado el propietario de la firma ECO en Sant Joan, un alemán vecino de este municipio responsable de un establecimiento que en internet se publicita, entre otras cosas, como especializado en alquileres de casas y chalets de lujo para vacaciones en la isla. Asimismo se arrestó a una mujer, al parecer también alemana, que trabajaba en la oficina. La Guardia Civil precisamente llevó a cabo un registro en la sede de esta sociedad ayer pasadas las dos de la tarde. El local fue clausurado después de que en su interior se encontraran distintas cantidades de hachís de distinta procedencia, así como marihuana y otras sustancias de la denominada cultura del cannabis cuya cantidad no ha trascendido. Dicho precinto se efectuó horas después de que durante el traslado al juzgado el sospechoso lituano intentara fugarse al llegar al edificio. La carrera de dicha persona fue abortada en las proximidades de Vara de Rey después de que los agentes que lo custodiaban, apoyados por un vigilante de seguridad del juzgado y guardias de paisano fuera de servicio lo persiguieran hasta atraparle.