R.S. Mark Barlow, natural del Reino Unido y de 41 años, perdió la vida el pasado mes de agosto en un accidente de moto ocurrido cerca de Aigües Blanques 24 horas después de que hubiera llegado a la isla. Una prueba que se realizó tras su fallecimiento reveló que la víctima había consumido éxtasis, según ha publicado la publicación británica Sheffield Star. Las fuentes que cita este periódico no concluyen que el consumo de esta droga fue determinante en el desenlace del siniestro, pero sí aventuran que pudo influir fatalmente en las condiciones de conducción de la víctima.

Los amigos de Barlow, que se había desplazado a Eivissa para pasar unos días con unos conocidos suyos productores de música, aseguraron que dicha persona era un experimentado motorista y manifestaron que en el siniestro bien pudo verse implicado otro vehículo, posibilidad que en su día abordó la Guardia Civil de Tráfico en su investigación.

Este turista de Sheffield perdió en la vida en una motocicleta Kawasaki tras estrellarse contra un muro en el kilómetro 6'800 de la carretera que concluye en es Figueral. Mark Barlow había salido la noche anterior con sus amigos, personas que cuando perdió la vida le seguían de lejos en un coche. Éstos se encontraron con su amigo desvanecido sobre la calzada, tras salir despedido de su moto, después de que todos ellos atravesaran varias curvas y dejaran de verse. Metros después del lugar donde se produjo el accidente hallaron un coche parado, sin nadie dentro y con las ventanillas bajadas.

Según la hipótesis de la que se hace eco la prensa británica, el motorista fallecido bien pudo estrellarse contra el muro en una desafortunada maniobra cuando intentó evitar a este vehículo cuando ambos se toparon en una zona curva.

La causa primera de la muerte de Barlow, que llevaba el casco puesto, fue que éste había fallecido como consecuencia de un fuerte traumatismo y hemorragias como resultado de múltiples heridas. En una prueba posterior, se localizó la presencia del éxtasis, según indicó Donald Coutts-Wood, forense que Inglaterra analizó el caso y que explicó que ello pudo haber alterado el estado de atención de la víctima.