El verano de Eivissa representa «el momento y el lugar ideal» para cometer violaciones con venenos que anulan la voluntad.

El Cuerpo Nacional de Policía ha recibido informaciones judiciales en las que se alerta a los investigadores acerca de cuatro presuntas violaciones denunciadas este verano en el municipio de Eivissa -una de ellas de un varón- en las que las víctimas fueron drogadas y apenas recuerdan los hechos. Fuentes judiciales señalaron que se decidió alertar a la policía porque se dio credibilidad al relato de las cuatro víctimas, puesto que sus explicaciones coinciden en lo esencial y mostraron síntomas típicos de estos casos, como espasmos y sequedad en las mucosas. Además, tres de los cuatro casos se produjeron en la misma discoteca del municipio de Eivissa en breve espacio de tiempo -la primera quincena de agosto-. Todas estas coincidencias hicieron pensar que las denuncias están justificadas y que es muy probable que las denunciantes fueran víctimas de alguna droga vertida disimuladamente en su copa. «Creo que me han violado», explicó en los Juzgados una de estas víctimas, una joven de nacionalidad británica que se dirigió a las autoridades cuando, tras una noche de fiesta, se despertó con síntomas de haber mantenido relaciones sexuales y comenzaron a llegarle algunos recuerdos de lo ocurrido. El problema que impide cualquier investigación, explicaron desde Comisaría, es que en los Juzgados españoles no se realizan pruebas para detectar en la sangre o en la orina de la víctima si ha sido envenenada y qué tipo de tóxico se ha utilizado. Otra complicación es la ausencia de signos de violencia en el cuerpo de las víctimas, lo que a falta de pruebas de laboratorio impide calificar el hecho como presunta violación. Además, en la mayoría de los casos, estas personas no pueden señalar un sospechoso porque no recuerdan casi nada. Un problema añadido para la investigación de estos casos es la posibilidad de que las víctimas hayan consumido drogas y alcohol, sustancias que mezcladas con el tóxico desconocido suponen un cóctel incalificable. Fuentes policiales explicaron ayer que este asunto resulta «muy preocupante» y apuntaron que el verano ibicenco representa «el lugar y el momento ideal» para cometer delitos sexuales con el uso de venenos que anulan la voluntad. Las discotecas por la noche y los after hours son los lugares escogidos, señalaron.

Desde la Comisaría de Eivissa insisten en que mientras los Juzgados no empleen los reactivos adecuados para detectar en la orina de las víctimas las sustancias con las que han sido envenenadas, persistirán los problemas insalvables que se encuentran a la hora de investigar estos casos. Mientras tanto, lo único que pueden hacer es pedir a todo el mundo que vigile su copa.

También alertaron las mismas fuentes de que este tipo de drogas se puede estar usando igualmente para cometer robos e incluso secuestros, aunque de esto último no se ha detectado ningún caso en las islas. Recientemente, varias cadenas de televisión han asegurado, citando fuentes policiales, que se estima que el 15% de las personas que denuncian haber sido víctimas de violación en la Comunidad de Madrid han sido drogadas previamente vertiendo tóxicos disimuladamente.