Este caso por supuesta estafa fue visto ayer por la Audiencia Provincial en los Juzgados de Eivissa.

El fiscal pidió ayer una pena de dos años y medio de prisión a un hombre que está acusado de la comisión de un presunto delito de estafa. El británico C.D.P. fue juzgado ayer por la Audiencia Provincial para responder de la acusación de haber alquilado seis vehículos durante un año a través de una empresa de la que es socio mayoritario y no haber satisfecho el importe. Por su parte, el abogado solicitó la libre absolución del británico, puesto que entiende que los hechos que se le imputan no corresponden a ese tipo de delito, ya que según su visión C.D.P. no tenía intención previa de estafar, condición imprescindible para que pueda realizarse esa acusación.

En un principio, el fiscal solicitaba una pena de cinco años, ya que consideraba que «el acusado, con ánimo de ilícito beneficio, y con intención de no pagar en ningún momento las cuotas establecidas para cada uno de los vehículos, de los que estuvo disfrutando durante el tiempo de duración del contrato, no abonó a la empresa arrendadora de los vehículos la cantidad de 44.266,92 euros».

Sin embargo, el fiscal rebajó su petición de pena a la mitad a raíz del testimonio de la acusación particular, que a través de videoconferencia explicó que, desde Austria, una empresa con la que había contratado los coches había depositado una fianza de 20.000 euros, lo que al parecer a efectos jurídicos anula la posibilidad de dolo en la actuación del acusado. C.D.P. alquiló los vehículos con el objeto de publicitar una bebida energética. Todos eran de la marca BMW y, según explicó la parte acusadora, denunciaron al británico con el objeto de recuperar los vehículos, sin por ello renunciar al pago de lo supuestamente adeudado por éste.

El fiscal también solicita que el acusado sea sancionado con una multa de 1.800 euros, aunque en principio proponía que fuera de 2.700.