Las violencia de las llamas hizo que el fuego cruzara la carretera, lo que generó momentos de mucha tensión. Reportaje gráfico: GERMÁN G. LAMA

La Policía Local de Sant Antoni detuvo ayer al presunto autor de un fuego que acabó extendiéndose al monte y causando gran alarma en Sant Antoni. Las llamas destruyeron cinco vehículos y unos 4.000 metros cuadrados de masa forestal -pino, fundamentalmente-, muy cerca de la rotonda del cementerio de Sant Antoni, en el cruce a Cala Gració. Las llamas, que cruzaron la carretera, llegaron a amenazar varios edificios de la zona, entre ellos una guardería y un supermercado. El sospechoso, D.C. de 21 años, que reconoció su presunta culpabilidad ante los agentes y después ante la Guardia Civil, explicó que había dado fuego a un coche para vengarse sobre su dueño, para lo que utilizó gasolina como combustible. Según fuentes de la investigación, el detenido, que trabaja de cocinero en un hotel de la bahía de Portmany perteneciente al municipio de Sant Josep, explicó a los agentes de la Guardia Civil que decidió darle fuego al coche del supuesto compañero sentimental de su madre, quien, supuestamente, sufre malos tratos a manos del propietario del vehículo incendiado, un Fiat Punto. Los servicios de emergencia recibieron el aviso del fuego poco antes de las doce y media del mediodía de ayer. Tres vehículos de los bomberos del Consell Insular con cinco especialistas llegaron al lugar del incendio muy rápido, informaron fuentes policiales, lo que favoreció el control de las llamas. Hasta tres horas después los bomberos no dieron el incendio por extinguido. Los dos medios aéreos del Ibanat, una avioneta Air Tractor y un helicóptero, realizaron varias descargas sobre la zona.