La Policía Judicial de la Guardia Civil encontró el una casa rural de la zona de Puig Gross, en el municipio de Sant Josep, en la que detuvieron a cinco personas por su presunta relación con el tiroteo de Sant Antoni varios machetes, cuchillos y pasamontañas, además de numerosos objetos que se sospecha que fueron robados. Además, los agentes se incautaron de cantidades indeterminadas de droga.
Estos hallazgos hacen sospechar que las bandas en liza se dedicaban, además de al tráfico de drogas, principalmente pastillas de éxtasis, a los robos en casas, una práctica que año a año aumenta en la isla.
En esta última parte de la investigación que están realizando los agentes del equipo de la Policía Judicial de la Guardia Civil detuvieron a cinco personas, cuatro de nacionalidad británica y uno marroquí, que se sospecha que desempeñó un papel importante en la guerra entre las bandas de británicos que desembocó en el tiroteo del pasado uno de agosto, en el que tres personas resultaron heridas, dos de ellas turistas que simplemente cruzaron por el campo de fuego.
El otro herido es el joven británico Shawn F.W., quien, supuestamente conducía uno de los coches que participó en el tiroteo, un BMW todoterreno que recibió nueve disparos en la parte trasera. Anteayer, confirmaron fuentes policiales, Shawn F.W. intentó lanzarse desde la ventana de la habitación del hospital de Can Misses, un segundo piso. Finalmente, los dos agentes del Cuerpo Nacional de Policía que custodian al detenido -uno de ellos en periodo de prácticas- consiguieron evitar que el británico se tirara por la ventana. Al agarrar al detenido cuando ya estaba a punto de caer por la ventana, uno de los agentes sufrió una lesión en un dedo.
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