El robo se produjo pasadas las diez de la noche en esta boutique de la Avenida Bartolomé Roselló. Foto:G.G.L.

A Christopher C., británico de 33 años, le faltó tiempo para volver a delinquir. Pocas horas después de ser puesto en libertad por el juez de guardia por un robo, sustrajo 410 euros al descuido en la tienda de ropa «Cimarrón», en Bartolomé Roselló. Pasadas las diez de la noche, se hizo pasar por un cliente y cuando pensó que era el mejor momento metió la mano en el cajón del dinero y se llevó lo que pudo. Fracasó porque la dependienta, de 19 años, le sorprendió, le persiguió unos 300 metros y lo alcanzó. Un camarero y dos turistas italianos que se encontraban en la zona vigilaron que el británico no la agrediera, algo que no ocurrió. La joven lo condujo de nuevo hasta la tienda y allí lo retuvo hasta que llegaron los agentes del Cuerpo Nacional de Policía que se lo llevaron a Comisaría. Dos días antes, en la oficina de Sa Nostra ubicada en la esquina que forman la Avenida Ignasi Wallis ya la calle Médico Villangómez, Christopher C. estuvo sentado un rato esperando el momento oportuno.

Cuando creyó verlo, se abalanzó sobre el cajón de un mesa y agarró algo más de 3.000 euros. Echó a correr dejando tras de sí un reguero de billetes hasta que un hombre, un cliente de Sa Nostra, consiguió impedir su huida. El cliente recibió un bofetón del británico. Allí quedó retenido el ladrón hasta que llegaron los agentes de la Policía Local de Eivissa, que se lo entregaron al Cuerpo Nacional de Policía.