Los encapuchados asaltaron a una empleada de este restaurante de Marina Botafoch.

Los encapuchados asaltaron a una empleada de este restaurante de Marina Botafoch.

J. M. Alonso25/05/06 0:00
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Cuatro encapuchados cometieron el pasado domingo por la noche un robo con fuerza en el puerto de Marina Botafoch y a la noche siguiente lo volvieron a intentar, esta vez sin éxito. Al menos dos testigos presenciaron la escena y uno de ellos explicó ayer que en la noche del domingo al lunes, a la una y media, aproximadamente, una de las encargadas del restaurante-pizzería «Il Giardinetto» fue asaltada por dos de los encapuchados, mientras los otros dos esperaban en un coche. Le robaron el bolso y no sufrió heridas.

En esta ocasión una de los trabajadores de estos establecimientos, que dijo que el coche era de color negro y no llevaba matrícula, al menos de forma visible, avisó a la policía. Entonces, el coche y las cuatro personas que iban dentro, dijo el testigo, se marcharon del lugar.

Al parecer, los encapuchados pensaron que esta encargada acostumbra a cerrar la caja y recoger el dinero, aunque esa noche no lo hizo, ya que, según relató uno de los responsables del restaurante, tan sólo le quitaron la documentación que llevaba dentro del bolso.

A la noche siguiente, según el relato de este testigo, el coche con los encapuchados regresó la zona del aparcamiento de Marina Botafoch más cercana a este restaurante y a dos boutiques ubicadas al lado.

«Los robos planeados asustan mucho más que los que se hacen al descuido», dijo la directora de este puerto deportivo, Cristina Marí. «Tenemos previsto contratar vigilancia extra a mediados de julio, como hemos hecho los últimos veranos», anunció la directora. «Me parece terrible y una muy mala noticia para nosotros y para la isla en general», dijo Marí en relación a los encapuchados, «porque si dan un golpe aquí también lo pueden dar en otro lado». Marí hizo «una llamada a las Fuerzas de Seguridad del Estado para que tomen nota y a ver si pueden intensificar la vigilancia en general, porque sé que también hay robos en chalés en el campo».