El fiscal pide hasta ocho años de prisión para un vecino de Jesús de 53 años que fue detenido por agentes de Aduanas y al que se le intervinieron 686 gramos de marihuana y 13 de cocaína después de un registro domiciliario y de un seguimiento que se llevó principalmente por escuchas telefónicas.
El sospechoso, que compareció ayer ante la Audiencia Provincial, negó que estuviera trapicheando, aseguró que compraba la cocaína a un «tipo en una conocida discoteca de Vila que lleva codeándose 25 años con la policía» y afirmó que su último arresto fue especialmente molesto porque los agentes, tras interceptar su vehículo, «sacaron las pistolas y nos encañonaron» cuando iba con él su hija de 13 años a primera hora de la mañana del 30 de octubre de 2003.
El juicio se suspendió para que pudiera declarar el agente que dirigió la operación, actualmente en comisión de servicio y destinado en un país del Este de Europa, fundamental para aclarar la naturaleza de las transcripciones telefónicas que figuran en la causa.
El acusado, sin embargo, fue objeto de una intervención policial días antes de que tuviera lugar su arresto final cuando conducía un pick-up. Ocurrió en el puerto cuando los mismos agentes de Aduanas interceptaron su coche y procedieron a su registro sin que en esta actuación se interviniera droga alguna. En su casa, además, de la droga se halló una balanza de precisión y un detector de billetes falsos «regalado por mi hijo, sin pilas y que estaba roto», comentó el acusado.
En la vista, un policía de Aduanas relató que la investigación se inició al salir el nombre del sospechoso en la escucha de un servicio donde, al parecer, se decomisó casi un kilo de cocaína. Tras ello, los agentes montaron un servicio de escuchas y de vigilancia.
Sin comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Periódico de Ibiza y Formentera
De momento no hay comentarios.