El portavoz de la Unión Federal de Policía (UFP), Jaume Mulet, celebró ayer el hecho que el comisario Àngel Marí pase a la segunda actividad y su puesto al frente del Cuerpo Nacional de Policía en Eivissa quede ahora en manos de Estanislao Pérez, hasta ahora jefe de la Brigada de Seguridad Ciudadana de Palma.

«Con la llegada de Estanislao a la Comisaría de Eivissa surge la esperanza de que cambie un poco y a mejor el ambiente entre los funcionarios, ya que en este lugar el ambiente siempre ha sido de totalitarismo», dijo Mulet desde Palma.

Además, el portavoz de la UFP piensa que el relevo también puede resultar beneficioso para el buen funcionamiento de la plantilla en el sentido de que «un buen ambiente de trabajo ayudará a que los funcionarios aguanten más tiempo en la isla».

Según Mulet, «la esperanza entra los funcionarios del Cuerpo Nacional de Policía Eivissa es que Estanislao tome cartas en el asunto y haga la Comisaría más llevadera y de esta forma los funcionarios se queden y estabilicen la plantilla».

Mulet dice que «el mal ambiente siempre ha influido mucho en que los funcionarios se marcharan en masa cada año en cuanto tenían la oportunidad».

El sindicalista añadió que este supuesto «mal ambiente» de Comisaría no sólo se debía a la actitud de Àngel Marí, «sino que también hay inspectores, jefes de servicio, que le hacían el juego». Mulet denunció que, «aunque últimamente [Àngel Marí] estaba un poco en decadencia y no se involucraba mucho, no cesaba en su tozudez en cuanto a la ordenación de los servicios y daba prioridad a algunos tipos de servicios sobre otros».

En concreto, el portavoz de la UFP se refiere a que el comisario saliente «no respondía a las nuevas directrices que llegaban desde la Jefatura de Mallorca para potenciar los grupos de investigación de la brigada de Policía Judicial, sobre todo en los asuntos de estupefacientes».